martes, 14 de abril de 2020

Historia conectada 4

No era un día cualquiera, era su cumpleaños. Cumplía seis años, y a María ya le gustaba bailar y cantar. Desde que tenía uso de razón siempre había cantado con su padre. La llamaron María por su abuela, a la que le encantaba también cantar. Aunque otra opción fue Julia por su abuelo Julio, que ese año ya no estaba con ella. Ese cumpleaños todos querían felicitar a la alegría de la casa.
Que sonreía con su tarta de chocolate delante de toda la familia.

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