Los amantes de carmina

Carmina estaba sentada con su cigarro su copa de vino. A su edad no había perdido las ganas de vivir y cada semana encontraba un nuevo pretendiente que dejaba por el siguiente. Ese día carmina se había puesto un pintalabios rosados color carmín haciendo honor a su nombre. El dueño del bar trabajaba y poco a poco el bar se iba vaciando carmina observaba a los hombres del pueblo el señor Juan en camarero atractivo pero muy seco muy serio formal para ella. Pedro el panadero ese si le hacía gracia pero le había visto filtrar con tantas clientas. Estaba pensado en Abilio el forastero que era bien misterioso no sabía a penas nada de él. Carmina terminó la copia y se iba a casa saludo a su vecina ludi y entró unos minutos depues llamaron a la puerta . Era Pedro el panadero  " te apetece salir a cenar?" Le propuso. Carmina no tenía ninguna gana acaba de llegar a casa pero su intuición le decía que esa noche tenía que cenar con Pedro.  La noche fue amena. Se despidieron al día siguiente tenía una nota " las cosas hermosas están llenas de misterio me gustaría conocerte " . No parecía la nota de Pedro o quizás sí confirmo que no era Pedro nunca supo quien le mandó las rosas.